lunes, 26 de mayo de 2008

UNA ANOMALIA POCO ENCONTRADA



Corinto una ciudad cosmopolita de la antigüedad, capital de la provincia de Acaya, de dominio romano, ubicada entre el mar Adriático y el mar Egeo no lejos de Atenas.

Fue originalmente griega, destruida por los romanos en el 146 a.c. y reconstruida por ellos en el 46 a.c. Tiempos en los que el mundo antiguo era dominado por Cesar, luego que este disolviera un “Triunvirato” de poder del Imperio Romano propuesto por el Senado (Craso, Pompeyo y el mismo Julio Cesar).

En este marco histórico, el apóstol Pablo en su segundo viaje misionero evangelizó en Atenas y Corinto, “la de los mares” donde estableció una iglesia.

Brevemente vamos a ver la primera carta del apóstol a esta iglesia (1 de Corintios) y el mayor interés en esta noche será ver los capítulos doce, trece y catorce donde encontraremos una relación entre dos regalos o dos bendiciones del Espíritu Santo esto es: “amor” y “dones”.

¿Cómo era la iglesia de Corintos a la que Pablo escribió?

Indudablemente se había enriquecido en todo es decir no tenían carencia de ningún don y esperaban la manifestación de Cristo.

1Corintios 1:5 porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia;
1Corintios 1:7 de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo;

¡Que maravilla no les faltaba ningún don!

Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.

A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.
Pero todas estas cosas las hacen uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere. (1 Corintios 12:8-11)

Todos estos dones a los que Pablo hace mención fueron dados por el Espíritu Santo para provecho de la iglesia esto es para la edificación de los santos que forman parte del cuerpo de Cristo.

1Corintios 12:27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.

A pesar de que esta iglesia se había enriquecido en todo a tal punto que nada les faltaba en cuanto a poderes extraordinarios (dones del Espíritu Santo) había en ella casos muy desconsoladores.

Algunos miembros de este “cuerpo” por haber recibido dones se hicieron soberbios.
Un ejemplo claro es el don de conocimiento.

1Corintios 8:1 En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor edifica.
1Corintios 8:2 Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo.

No hay prueba de ignorancia más vulgar que el orgullo de ser sabio.
Los que piensan que saben todo, y se ponen jactanciosos por eso, son los que menos probablemente hagan buen uso de su saber.

No debemos ignorar amados que Satanás daña a algunos tentándolos a enorgullecerse de poderes mentales, mientras a otros, los seduce con la sensualidad.

El conocimiento que fanatiza a su poseedor y lo vuelve confiado es tan peligroso como el orgullo de la justicia propia, aunque lo que sepa pueda ser correcto.

Ningún cristiano tiene dones simplemente para sí mismo y mientras más los use en beneficio de los demás, más favorecerán su propia cuenta.

Amados, si tenemos algún conocimiento de la verdad, o algún poder para darla a conocer, debemos dar toda la gloria a Dios.

Cuanto más grandes sean los dones, y esto es claro, más expuesto a tentaciones está el poseedor, y más grande es la medida de gracia necesaria para mantenerlo humilde y espiritual; y éste se hallará con más experiencias dolorosas y dispensaciones humillantes.

Así que hermanos, verdaderamente poca causa tenemos para gloriarnos en algún don concedido por el Espíritu Santo a nosotros, o más aún para despreciar a los hermanos que no los tienen.

Ante semejante soberbia veremos como reacciona el apóstol Pablo dado que estos hermanos no dependían el uno del otro sino todo lo contrario cada uno se estimaba superior al otro.

Primeramente muestra un camino más excelente veamos:

1Co 12:31 Procurad, pues, los dones mejores. Más yo os muestro un camino aun más excelente.

Este camino sobrepasa mucho a los dones extraordinarios.
La palabra excelente nos denota que este camino se encuentra muy por encima de lo común.

Lo que vamos a leer ahora nos enseñará un camino que sobrepasa mucho a los dones, por así decir de otro orden y es el amor “ágape”.

1Co 13:1 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.
1Co 13:2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.
1Co 13:3 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
1Co 13:4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;
1Co 13:5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
1Co 13:6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
1Co 13:7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

Como les he dicho este amor sobrepasa y de hecho es de otro orden y les digo que es determinante para la iglesia de Jesucristo.

El amor en su significado más pleno; el amor verdadero a Dios y al hombre. Sin este, los dones más gloriosos no nos sirven para nada, no son estimables a ojos de Dios.

Este amor “ágape” es incondicional hacia el hombre y siempre esta orientado hacia el otro y no a nosotros mismos.
En esto Dios marcar el rumbo:

Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Y Jesús fue a la cruz del calvario:

Juan 10:12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.
Juan 10:13 Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.
Juan 10:14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,
Juan 10:15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.

Los dones extraordinarios están enmarcados en un lapso de tiempo mientras que el amor de Dios es atemporal.

1Corintios 13:8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.

Veamos como este amor que debe ser fruto del Espíritu Santo en nosotros, es superior a la fe y la esperanza:

1Corintios 13:13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

Iglesia, hay mucho interés por los dones extraordinarios y también mucha discusión.

Deberíamos preguntarnos:

¿Cuánto de interés hay entre los cristianos por el amor en la iglesia?

Por distintos motivos el amor siempre resulta estar bajo una gran presión.

Te preguntarás:

¿Quién ejerce esta presión?

Ni más ni menos que el “individualismo”.

A tal punto llega el “todo para mí” que en estos últimos tiempos lleva a cada cristiano, oí bien, no a preguntarse:
¿Qué puedo aportar para la iglesia?

Sino que se preguntan:

¿Qué puede aportarme la iglesia a mí?

A este punto han llegado muchos cristianos de nuestros días. La falta de compromiso, lealtad, fidelidad y amor por la iglesia que Jesús compro con su propia sangre.

Sin lugar a dudas el amor hace que florezca la iglesia y todas sus relaciones.

¿Qué sabemos de este amor que es derramado por el Espíritu Santo en nuestros corazones?

¿Sabemos lo suficiente de este amor para el diario caminar?

¿Qué significado tiene vivir en este amor en estos últimos tiempos?

Iglesia, vivir en amor significa un constante, sí constante, morir a mi viejo corazón pecador y resucitar con Cristo a una nueva vida.

¡Morir y Resucitar!

¿Significa esto que los dones extraordinarios no son importantes?

De ninguna manera, en el capitulo doce el apóstol Pablo los pone en su justo lugar.
Un lugar que se hace claro a la luz del amor de Dios.
Entonces teniendo bien en claro esto, no nos edificaremos a nosotros mismos sino al otro.

Una anomalía verdaderamente rara de estos tiempos es aquella iglesia que es empapada del misterio del amor de Dios en Cristo Jesús nuestro Señor.

Si logramos tener bien claro esto es decir esta relación entre dones extraordinarios y este camino superior, esta iglesia seguirá primeramente procurando constantemente el “amor” y se propondrá buscar todos los dones. Como nos enseña Pablo.

1Co 14:1 Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis.

Amados el amor como fruto del Espíritu Santo y la oración por el mismo Espíritu y todo sea para la gloria de Dios.

Dios les bendiga.

Sergio Calero
Pastor