miércoles, 2 de diciembre de 2009

FIESTA DE LA DORMICIÓN


Así se denominaba en la liturgia bizantina, lo que el papa Pío XII en 1950 elevó a categoría de dogma universal de la iglesia católica: La Asunción de la virgen maría, cuya fiesta tiene lugar el 15 de agosto (DS 3903).

El Concilio Vaticano II en su constitución sobre la iglesia dice: “La Virgen inmaculada…; terminado el curso de la vida terrenal, en alma y cuerpo fue asunta a la gloria celestial y enaltecida por el Señor como Reino del Universo, para que se asemejara más plenamente a su Hijo, Señor de los que dominan y vencedor del pecado y de la muerte” (LG59).

Pienso que la razón última de este dogma, es situar a María en un rango de igualdad con Jesús, que se deduce de las palabras textuales: “para que se asemejara más plenamente a su Hijo”. Y así poder en alguna manera fundamentar el culto que se le tributa, en contra de los mandamientos de Dios (Éxodo 20:4,5).

En ninguna parte de la Palabra de Dios se lee que María “terminado el curso de la vida terrenal, en alma y cuerpo fue asunta a la gloria celestial”.

La palabra de Dios nos dice: “Cristo ha resucitado de entre los muertos como primicias de los que mueren. Porque como por un hombre (Adán) vino la muerte, también por un hombre (Jesús) vino la resurrección de los muertos…Pero cada uno a su tiempo: el primero Cristo; luego, los de Cristo, cuando Él venga” (1 Corintios 15:20-23) (Traducción Católica Nácar-Colunga).

Aquí la Palabra nos habla de “cada uno a su tiempo”, el primero Cristo, de lo cual la Biblia habla claramente; “luego, los de Cristo cuando Él venga”; pero atención la Palabra de Dios no nos dice que se hizo una excepción con la virgen María, como definió el papa PIO XII. Este dogma contradice lo que la Biblia afirma, que el primero en la resurrección fue Cristo y luego en su venida resucitaran todos los que le aceptaron como su único y perfecto Salvador, incluyendo a María, la sierva del Señor como ella se presento ante Dios. Nunca como Reina del Universo como nos la presenta Roma.

¿María Reina del Universo?

El usar la Palabra de dios para dar un titulo tan pomposo a una criatura como Reina del Universo, es desconocer el fin primordial de las Escrituras:

Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre. (Juan 20:31)

La Biblia pone como centro a Cristo, el Hijo de Dios viviente, para que el hombre deposite en Él la fe y tenga vida eterna. Pues solo Jesús es el autor de la fe y de la vida eterna en el hombre.

El apóstol Pablo dice de Jesús:

“Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:9-11).

El mismo apóstol Pablo escribe a Timoteo y le dice:

“La cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores, el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno” (1 Timoteo 6:15,16).

Para nada le habla de una “Reina del Universo”, antes bien la excluye al admitir un “solo Soberano”. Pablo en esta misma carta dice a su amigo Timoteo:

“Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato, que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo” (1 Timoteo 6:13,14).

Y además le dice:

“Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras…(1 Timoteo 6:3,4).

¿Qué razón nos da el papa para que le creamos a él y no al apóstol Pablo? ¿Por qué se empeña el papa en que no guardemos el sabio consejo, que Pablo da a su amigo Timoteo, de guardar la Palabra de Dios sin mácula y reprensión? ¿Por qué quiere el papa que maculemos la Palabra de Dios con su Inmaculada como Reina del Universo?

Si hacemos caso al papa, en aquello que la Palabra de Dios no admite, seremos cómplices de sus envanecimientos y delirios sobre cosas que nada sabe el hombre.

“Ut plenius conformaretur Filio suo”
Para que se asemejara más plenamente a su Hijo

Tan raro como le puede sonar esta frase en latín, así de raro le resultara su traducción en el contexto de la Palabra de Dios. La Biblia no dice que una determinada persona, como es la llamada virgen María se asemejara más plenamente a Cristo, sino que:

“Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos” (Galatas 3:26,27).

La Biblia para nada habla de un adelanto de las promesas de Dios en María, como las que estas reservadas para ser manifestadas en todos los creyentes que esperamos la venida de nuestro Señor Jesucristo:

“El cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya” (Filipenses 3:21).

La Palabra de Dios vincula siempre esa manifestación de semejanza, con la venida de Cristo, así podemos leer:

“Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es” (1 Juan 3:2).

“Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria” (Colosenses 3:4).

¿Por qué razón vamos a renunciar a esta esperanza viva en la venida de Jesús, nuestra vida y nuestra gloria, para dar gloria al delirio de grandeza del papa sobre María sin fundamento Bíblico alguno?
No celebramos la fiesta de la dormición, NO, sino la fiesta de la pronta venida del Señor único Salvador y Redentor Jesús.

Sergio Calero
Pastor