jueves, 24 de julio de 2008

EL ESPIRITU DEL ANTICRISTO


¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.
Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre. (1Juan 2:22,23)

A lo largo de los tiempos o si se quiere la historia, muchos han pretendido ir a Dios sin Cristo.
Hoy en esta generación esta claro que nada de esto ha cambiado.
Hoy como ayer una gran muchedumbre niega a Cristo como hijo de Dios, sin embargo dicen ser adoradores de Dios.

Eso que dicen ser, es una gran mentira porque “todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre” aunque… ellos con su enorme cantidad de ritos y su gran cantidad de oraciones (repetitivas hasta el hartazgo) nos quieren demostrar lo contrario.

Negar que “Jesús es el Cristo” es el espíritu del anticristo. Esta actitud de “negar” es una inmensa mentira porque de esta forma también niegan al Padre de quien se dicen ser adoradores, y niegan al Hijo, aunque digan de él que es un profeta o alguna otra cosa; menos lo que verdaderamente es “el Cristo”.

La verdad no es lo que pudiera pensar el hombre o diga o sostenga con sus doctrinas, sino lo que Dios mismo dice en su palabra.

Jamás debemos olvidar que se nos advierte que engañarán a muchos. Pero atención porque el “engaño de muchos” jamás hará que eso sea la “verdad”.

La verdad es Cristo y también el único camino para ir al Padre. ¿Por qué? Porque este es el testimonio que Dios nos ha dado sobre su Hijo:

1Juan 5:11 Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.
1Juan 5:12 El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.

Con que facilidad el hombre olvida este testimonio de Dios, para propagar sus propias teorías religiosas con las que se presenta ante los demás como mensajero de un poder engañoso para engañar y ser engañado.

Pero que clara es la luz, esta es resplandor en la palabra de Dios, para mostrarnos de una manera inequívoca lo que Jesús nos dice:

Juan 10:30 Yo y el Padre uno somos.

Así, todo el que niegue al Hijo, no tiene al Padre; y “todo el que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios” (1 Juan 4:15)

Si verdaderamente crees que Jesús es el Hijo de Dios esto se hará realidad en ti.
Alguno dirá: “¡No quiero ser engañado como muchos!”
Entonces debemos permanecer en la verdad.

¿Dónde está la verdad?

Muy sencillo, en la palabra del Señor. El que permanece en la Palabra del Señor es una señal inequívoca de que ama al Señor. Así comprendemos por qué el Señor Jesús nos dice:

Juan 14:23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.

También lo contrario es de igual modo cierto, aquellos que no permanecen en la Palabra del Señor, tampoco aman a Jesús, ni permanecen en el Hijo ni en el Padre.

Juan 14:24 El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.

Permanecer en la Palabra de Dios es de suma importancia a tal punto que se nos dice:

Juan 8:31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;
Juan 8:32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

Que contradictorio sería llamarse discípulo de Cristo y no permanecer en su palabra, tal actitud sería propia del espíritu del anticristo por eso Pablo nos exhorta:

2Timoteo 2:15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.

2Timoteo 3:5 que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.

Tito 1:16 Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra.

Debemos dejar la cantidad de formulaciones doctrinales que no aprovechan para nada, sin embargo, lo que el Señor nos pide es una fe sencilla y verdadera, aunque solo sea como un granito de mostaza, pero somos tan duros de corazón que muchas veces enterramos esa fe entre nuestras propias fantasías religiosas, que nos apartan de la verdadera Palabra de Dios y hacen lamentablemente de nuestra vida un desierto religioso lleno de alucinaciones por la sencilla razón de que hay ausencia del Pan de Vida y el Agua Viva que es “Cristo”.

Juan 6:50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera.
Juan 6:51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.

Juan 7:38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.

¡Que poco conscientes somos de estas grandísimas promesas!

Te animo a que permanezcas en Cristo y en su palabra para que nuestra vida este llena de los frutos del Espíritu Santo y en su venida no nos alejemos de él avergonzados.

1 Juan 2:28 Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados.

http://www.iglesiaelresplandor.com.ar/

Dios te bendiga.

Sergio Calero
Pastor