lunes, 14 de julio de 2008

MARIEL FUE SANA MILAGROSAMENTE


Mariel se encontraba internada en el hospital Cosme Argerich ubicado en el barrio de la Boca de Capital Federal, desde el día lunes 30 de Junio. Su ùnico alimento desde ese día fue solo suero.

El diagnóstico medico dado por las imágenes de 5 ecografías y una resonancia sentenciaba a Mariel de tener 5 cálculos, estos no solo en vesícula sino también obstruyendo la vía de secreción del hígado comprometiendo seriamente también su páncreas.

La secreción de su hígado, bilis, se desparramaba por todo su cuerpo, la bilirrubina había ascendido a casi once de su nivel. Una de las consecuencias y por cierto menor que traía esto es que su piel tenía un color verdoso más o menos intenso según la parte del cuerpo, sus ojos estaban color verdes musgo.

El día 10 de Julio, todo estaba dispuesto para intervenir. Una operación compleja y trabajosa no solo para el cirujano sino que sería para Mariel una recuperación dolorosa y de bastante tiempo.

Ese día fui al hospital, me encontré con ella en su cama y el Espíritu Santo ya me había dicho que ese día no la operarían. Se lo trasmite y con un poquito de desánimo ella me dijo: “Que se haga la voluntad de Dios”. Obviamente Mariel quería ser intervenida y salir definitivamente de esa situación hospitalaria angustiante.

Ese día la cirugía fue suspendida, razones que solo el hospital y los cirujanos y en realidad el Señor Dios todo poderoso saben, aparentemente hubo otras cirugías de urgencias y bueno como consecuencia de ello no pudo ser intervenida. Y para peor no se daba nueva fecha de intervención, (peor para el ánimo de Mariel).

El día 11 de Julio, después del monte de oración de las 06 de la mañana de la iglesia y luego de yo tener que hacer algunas cuestiones seculares, me encontraba en la cocina de la iglesia (para esto ya eran las 10:20 a.m.)
Mandé un mensaje de texto con mi celular a Mariel preguntándole si había alguna novedad, si alguien le había comunicado que la operarían ese día.

La respuesta fue un rotundo ¡NO! No se sabía absolutamente nada.

En esa cocina 3 minutos más tarde y mirando el piso sin mirar nada en realidad y con mis manos en los bolsillos del pantalón, el Espíritu Santo me habla y me dice:

“Al mediodía la llevan a sala de cirugía”.

Inmediatamente le mande un mensaje de texto diciéndole:

“Mariel, al mediodía te llevan a cirugía, más no te lleva hombre alguno sino el Espíritu Santo por medio de ellos”.

Ella me respondió:

“¿Cómo sabes?” “¿Te lo dijo Fernando?”

Debo aclarar que Fernando es un hermano miembro de la iglesia, de profesión anestesista, e instrumento de Dios. El estaría en sala de cirugía suministrando la anestesia que pasaría por el cuerpo de Mariel el día de la intervención, así que, este hermano estaba al tanto de todo y de las últimas novedades.

Volví entonces a enviarle un mensaje de texto con mi celular diciéndole:

“De Fernando no tengo noticias”

“El Espíritu Santo te lleva a sala de cirugía, no temas”

“Me lo dijo el Dios Omnipotente”.

Ella respondió. “Amén”.

Para esto no habían pasado más de 10 minutos es decir que serían aproximadamente las 10:30 de la mañana. En ese momento me dije a mi mismo:

“Espero no estar generando expectativas falsas”. O me lo dijo el diablo…

Lo cierto es que inmediatamente de esto dije:

“¡Jesús si soy tu siervo y soy tu boca esta palabra debe cumplirse!”

Al instante me dirigí inmediatamente al altar de la iglesia a orar.
No pasaron ni 5 (cinco) minutos de oración que el Espíritu Santo volvió a hablarme y me dijo:

“Se disponen a llevarla”

Yo dije: “¿Señor…no era al mediodía?” entendiendo por mediodía las 12 horas.

Inmediatamente de esto sonó mi celular, era Mariel diciéndome:

“Me llevan a cirugía, venite pronto”.

¡OH bendito Espíritu Santo!

Le contesté con otro mensaje de texto:

“¡Voy al hospital urgente, pero no olvides que está llevándote el Señor!”

Para esto eran ya las 10:45 horas aproximadamente.

A las 13 horas ya en el hospital, bajó de sala de cirugía al piso donde yo me encontraba esperando el anestesista Fernando hermano en la fe diciéndome:

“¡Pastor…los cálculos no estaban, desaparecieron!”

Y me informaba que el cirujano buscando con paros copia no hallaba los cálculos, y que decía reiteradas veces algo así:

“¿Dónde están los cálculos de esta mujer?”.

Fernando lo miraba y le decía:

“¡Se los llevo Dios!” El cirujano lo miraba y le respondía a este hermano: “vale la pena esperar”.

Trece cuarenta y cinco aproximadamente bajo el cirujano a darme el informe de Mariel, con las imágenes en mano tomadas de la resonancia y me dice:

-Mire aquí están los cálculos ¿los ve?, pero en quirófano ya no estaban…-

El cirujano y el hermano anestesista me miraban…

Le respondí con todo respeto al cirujano mirándole a los ojos y luego de haber puesto mi mano derecha en su pecho y mi mano izquierda en su espalda:

-¡Obra de Dios!-

El cirujano me respondió:

-¡De la naturaleza!-

Le respondí:

Bueno…usted es científico…

El me respondió:

-¡Bueno…Dios controla la naturaleza!-

¡Bendito Jesucristo, gracias por tremendo milagro!

El sábado 19 le hicieron a Mariel otra ecografía y no tenía absolutamente nada.

El domingo 20 le dieron de alta por la mañana.

¡Gracias Espíritu Santo!

Hoy es lunes 21 de este hermoso mes de Julio, Mariel esta en perfecto estado de salud y yo digo:

Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. (Romanos 14:8)

Deseo agradecer la oración de todos los santos de la iglesia “El Resplandor” y las oraciones de todos los santos en todo el mundo, por la salud de Mariel.

¡Toda la Gloria para Cristo!

¡Jesús vive!

Dios les bendiga

Sergio Calero
Pastor

http://www.iglesiaelresplandor.com.ar/