miércoles, 18 de marzo de 2009

EL DIOS DE LOS CIELOS NOS PROSPERARA


“El Dios de los cielos, él nos prosperará, y nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos” (Nehemías 2:20)

Cuando Nehemías pudo observar los muros de Jerusalén pronuncio estas palabras.
Palabras de fe e intención de edificar. Palabras que nos atañen a todos nosotros como iglesia.

Nehemias era copero en la corte del rey Artajerjes. Cierto día le informaron sobre la situación de Jerusalén. El muro estaba derribado y las puertas quemadas.

Se entristeció profundamente por estos hechos lamentables y entonces reconoce la culpa por esta devastación. Ayunando y orando pone el asunto en manos del Señor. Dejando a un lado todas las preguntas del porque, le sigue esta corta frase:

Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos. (Nehemías 1:4)

“Ore delante del Dios de los cielos” y su oración fue escuchada. El rey le deja ir para que pueda ver con sus propios ojos a Jerusalén. La situación no era mejor de lo que esperaba. A los pocos hombres que están con el, les dice:

Les dije, pues: Vosotros veis el mal en que estamos, que Jerusalén está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego; venid, y edifiquemos el muro de Jerusalén, y no estemos más en oprobio. (Nehemias 2:17)

Como siempre sucede también aquí, la oposición aparece. Burlas y menosprecio son su parte. ¿Qué vais a hacer vosotros ahora? Entonces de los labios de Nehemías sale esta confesión:

“El Dios de los cielos, él nos prosperará, y nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos” (Nehemías 2:20)

¡Que testimonio! A pesar de la difícil situación, confía plenamente en Dios.
En esta nuestra generación, o en este nuestro tiempo, muchos saben lamentarse de la situación de nuestro país y en especial de la iglesia.
¿Pero hay confianza en Dios? El va hacer prosperar la restauración. ¿Y nosotros? ¡Vamos a prepararnos y edificar! ¿O ya hace tiempo que hemos abandonado?

Eso nos coloca ante una pregunta muy personal: ¿Creo que Dios nos hará prosperar? ¿En la iglesia? ¿Pero también en la vida personal? Lo desastroso de tu vida puede ser cambiado por El. Incluso eso lo ha prometido Jesús mismo: “Yo estoy con vosotros todos los días”.

Con vosotros como congregación e iglesia. Pero también contigo personalmente. Ya que ha hecho un pacto eterno contigo. Es llamativo que Nehemías aboga por el pacto de Dios. Eso lo vemos en el Capítulo 1. Cuando Nehemías ha reconocido la culpa, hace también una apelación a las promesas de Dios.

Así también puede ser nuestra oración ante un nuevo desafió. Y eso puede ser confianza. Nuestra constante apelación a las promesas de Dios, que son firmes y seguras. Tras la expresión de confianza Nehemías pone manos a una obra casi imposible. Con la confianza de que el Dios de los cielos, El nos prosperara.

Las palabras de confianza de Nehemías están dirigidas a los adversarios. En el servicio del Reino hay oposición de Satanás. Este utilizara todas sus argucias para que tú desfallezcas y no te atrevas a edificar.

Por eso esta palabra de aliento y de llamada a edificar sobre el fundamento. Esto no es otro que el sacrificio de Cristo. El crucificado por mis pecados. El fundamente es bueno y el Todopoderoso, Omnipotentísimo mismo lleva a cabo su proyecto. ¿No es maravilloso poder edificar en su servicio de un modo tan relajado?

Dios te bendiga
Sergio Calero
Pastor