viernes, 16 de mayo de 2008

LA COPA DEL TORMENTO



Isaías 51:21 Por tanto, oye ahora esto, afligida, que estás ebria, mas no de vino:
Isaías profetizaba a un Israel esclavizado por Babilonia.


El Señor deseaba que su pueblo supiera que él reconocía su tormento. De igual manera, hoy, él esta dirigiéndose a cada cristiano que es cautivo por alguna forma de esclavitud.
Quizás sea mental, física o espiritual. La mirada de Dios esta sobre cada creyente que se bambolea bajo el peso de una horrible y tremenda carga. Y él les da esta palabra:


Estas bajo un ataque directo de Satanás. El enemigo de tu alma te ha acusado y atormentado. Así que ahora, como una persona que esta ebria con vivo, estas atontado por el efecto. Has sido desorientado por el diablo, y tu crees que lo causaste y no dejas de culparte y no dejas de mirar ruinas.


Dios quiere ahora tu oído, él tiene una palabra para ti esta noche.
Tal vez ahora mismo estas soportando la noche más oscura del alma.
Quizás estas sentado en las cenizas de un fracaso percibido. (Yo he pasado por eso)
O, estás cargando con aquellos pecados que te han seducido. Los has llevado por tanto tiempo que ahora estás hundido en desesperación.


¿Has puesto a un lado el manto de justicia que Jesús te dio porque no te sientes digno de llevarlo?
¿Estás demasiado deprimido para moverte en fe?
Dios tiene un mensaje solo para ti.
Y él esta pidiendo que escuches con toda atención:


Isaías 51:22 Así dice tu Señor, el SEÑOR tu Dios, que contiende por su pueblo: He aquí, he quitado de tu mano la copa del vértigo, el cáliz de mi furor, nunca más lo beberás.
Isaías 51:23 Lo pondré en las manos de los que te atormentan, que te han dicho: "Póstrate para que pasemos." Y tú pusiste tu espalda como suelo, como calle para los que pasaban.


Querido hermano el Señor te está diciendo:


“Estoy aquí para defender tu caso. Y te hago esta promesa: Quitaré de ti la copa de temor que esta hostigando tu vida. Y la pondré en las manos de aquellos que te oprimen. He visto los demonios y las personas que han causado tu aflicción. No permitiré que su acoso contra ti siga. Te digo ahora mismo, llego el fin para tu opresor.”
El Señor ha dirigido su furia contra aquellos “que dijeron a tu alma”:


"Póstrate para que pasemos." (51:23).
Pero el Señor continua diciendo:


“Y tú pusiste tu espalda como suelo, como calle, para que pasaran,” (51:23).


Dios te dice y me dice en esta noche: “Si, he venido a liberarte. Pero también tengo que señalarte algo importante. La verdad es que le has permitido al diablo que haga lo que quiera contigo”. Sí se lo permitiste.


“Al principio, Satanás te recargo con sus tácticas. Pero en vez de resistirlo con mis promesas, te has inclinado y te has arrastrado hacia él. De buena gana has inclinado tu cuerpo en las calles de la desesperación. Y te has sometido a sus diabólicos ultrajes”.
Hermano:


¿Hasta cuando permitirás que el Diablo refriegue tu cara en el polvo?
¿Te das cuenta? Estas dejando que camine sobre tu persona. Quizás estés totalmente intimidado por sus principados, potestades y huestes de maldad.
Hoy muchos hombres y mujeres aquí, son dedicados, pero están llevando cargas que no deben llevar. Son castigados continuamente por el temor y el desánimo.
¿Cómo reacciona el Señor a esto?


Él pregunta: “… ¿Qué hago aquí, ya que mi pueblo es llevado injustamente? ¡Los que de él se enseñorean lo hacen aullar, y continuamente blasfeman contra mi nombre todo el día!, dice Jehová. (Isaías 52:5).


Dios esta irritado con lo que esta pasando.
Satanás te esta derribando a su voluntad. Es el diablo quien te acosa, haciéndote llorar y aullar. Y no lo estas resistiendo.
Amado… estás negando el poder de Dios y sus promesas hacia ti.
Dios recuerda a todo aquel que es parte de su pueblo y esta inclinado:


Isaís 51:5 Cerca está mi justicia, ha salido mi salvación…


¿Qué está diciéndote el Señor?


“Yo he señalado la palabra de tu rescate. Yo la declaré en mis promesas de pacto. Extendí mi mano poderosa para sacarte de esa ruina, de la desesperanza, de ese arenal interminable. Así que, ¿Por qué no reclamas lo que yo decrete? ¿Por qué no caminas en la luz de mi libertad, gozo, y paz?”
El Señor te promete:


Isaías 51:3 Ciertamente el SEÑOR consolará a Sion, consolará todos sus lugares desolados; convertirá su desierto en Edén, y su yermo en huerto del SEÑOR; gozo y alegría se encontrarán en ella, acciones de gracias y voces de alabanza.


Dios esta hablándote en esta noche amado; Cristo está diciéndote:
“Te voy a traer consuelo. Quizás, todo lo que puedes ver es fracaso en cada área de tu vida. Pero eso esta a punto de cambiar. Voy a volver tu desierto en un jardín similar al Edén. Estas a punto de entrar a mi lugar de gozo y alegría.”
Estas no son promesas necias ni vacías.


Son pronunciadas por el Dios Todopoderoso para cada uno de nosotros. Sus pensamientos hacia su pueblo son compasivos, no son acerca de ruina y fracaso. Él nos ama y él esta dispuesto a liberarnos de todo temor y depresión. Pero el Señor también quiere mostrarnos como llegamos a tan bajo condición. Él señala, “Te has inclinado al diablo. Y estas dispuesto a recostar tu cuerpo sobre la tierra ante él. Y le has permitido que camine por encima de ti.”
Dios no puede entender esta actitud de su pueblo.
¿Por qué tememos lo que la gente nos pueda hacer? Sus chismes, sus invenciones y sus amenazas no te pueden hacer ningún daño. Satanás esta usando el temor que esto te produce para ponerte en esclavitud.


Isaías 51:12 Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú que temes al hombre mortal, y al hijo del hombre que como hierba es tratado?


Amados: ¿A quién vamos a escuchar?
¿Oiremos al Señor que todo lo puede o las mentiras del diablo?


Isaías 51:7 Escuchadme, vosotros que conocéis la justicia, pueblo en cuyo corazón está mi ley. No temáis el oprobio del hombre, ni os desalentéis a causa de sus ultrajes.
Hermanos Dios nos ha dado promesas maravillosos desde la eternidad. Por lo tanto no te recuestes en tierra para que el enemigo pase.


Así que, ¿de donde viene tu temor? ¿Por qué estas tan profundamente desanimado? ¿Estas pensando interminablemente en tu baja condición?
Ay hermanos… leamos:


Isaías 51:13 ¿Has olvidado al SEÑOR, tu Hacedor, que extendió los cielos y puso los cimientos de la tierra, para que estés temblando sin cesar todo el día ante la furia del opresor, mientras éste se prepara para destruir? Pero ¿dónde está la furia del opresor?
¿Por qué temes al enemigo?
¿Qué puede hacerte, cuando yo te he prometido un futuro?
Dios también nos ha dado una promesa para la vida en esta tierra. Cuando nuestro enemigo trata de caminar encima de nosotros y estemos en el pozo más profundo él dice:


Isaías 52:6 Por tanto, mi pueblo conocerá mi nombre; así que en aquel día comprenderán que yo soy el que dice: "Heme aquí."


“Cuando estas en tu prueba más oscura, vendré y pronunciaré una palabra para ti. Me escucharas decir: ‘Soy yo, Jesús, tu Salvador. No temas.’
Queridos hermanos, Dios pone su diestra en la verdadera causa del temor o si prefieres el descontento de muchos de su pueblo:


Isaías 51:13 ¿Has olvidado al SEÑOR, tu Hacedor, que extendió los cielos y puso los cimientos de la tierra, para que estés temblando sin cesar todo el día ante la furia del opresor, mientras éste se prepara para destruir? Pero ¿dónde está la furia del opresor?
¿Has olvidado a Dios en tu crisis?
¿Has dejado que tus circunstancias te roben de la memoria quien es el Señor?
Te estas dando cuenta que el Señor esta diciéndote esta noche que él es el yo soy; el creador del universo, que nada hay imposible para él; que el tiene todo el poder y la capacidad para librarte en cualquier momento…sin embargo lamentablemente te has olvidado de esto por completo. Tus ojos no están puestos en él.
Dios te promete:


Isaías 51:14 El desterrado pronto será libertado, y no morirá en la cárcel, ni le faltará su pan.


Amado: ¿Correrás a su palabra que es vida y libertad o seguirás luchando con tus fuerzas contra las ataduras y las circunstancias?
Cuan ocupado y preocupado has estado por tus circunstancias. Esto ha hecho que te olvides por completo de su palabra de liberación.
El mensaje del Señor aquí no puede ser mas claro: “Tu no me ves como un Dios que puede solucionar tus circunstancias. Estas tan ansioso por ser librado de tus problemas, que te has alejado de mí.
En cambio, sigues luchando, clamando: ‘Dios, sácame de esto.’ Pero todo lo que necesitas es volver a encontrarte conmigo te dice el Señor.”
¿Alguna vez ha fallado el Señor? Jamás; nunca.


Dios manda a su pueblo a despertar y ver su degradante condición.


Isaías 52:1 Despierta, despierta, vístete de tu poder, oh Sion; vístete de tus ropajes hermosos, oh Jerusalén, ciudad santa. Porque el incircunciso y el inmundo no volverán a entrar en ti.
Isaías 52:2 Sal del polvo, levántate, cautiva Jerusalén; líbrate de las cadenas de tu cuello, cautiva hija de Sion.


Dios llama a sus siervos humillados a “despertar” a sacudir el polvo porque todavía son sus justos. Has permitido que el enemigo te convenza que estas sucio e inmundo. Él te dice que no tienes derecho a ponerte las vestiduras de rectitud de Cristo. “Pero yo te mando que te levantes, vuelvas a ponerte la vestidura, y tomes el asiento que te pertenece para reinar con él.
Tu no tienes que dejar que Satanás camine más sobre tus espaldas. Mi Palabra te ha hecho justo.”


Para la mayoría de los cristianos, las condiciones no van a cambiar de un día a otro.
Puede que recibas un toque de Dios ahora y vayas a casa animado. Pero una vez que el sentir se vaya, te das cuenta que tus circunstancias siguen igual.
¿Cuál es la solución, preguntas?


Cualquier cambio que venga tiene que suceder en nosotros, no en nuestra situación. Tenemos que estar tan entregados a Jesús que el se convierte nuestro todo, nuestra única fuente de satisfacción.
Jesús te esta recordando, ahora mismo:


“He mandado tu liberación. Ahora levántate del polvo. El enemigo no puede caminar más sobre ti y he pasado la copa de ti a aquellos que te han atormentado. Te he dado poder.”

Dios te bendiga.
Sergio Calero
Pastor